Un inmigrante de Sonora, México, ha sido una fuerza impulsora para cambiar la vida de las personas en el Valle. Su misión: cambiar vidas, una bicicleta a la vez.
"Quiero llorar. No se que decir. Siento que tengo un propósito en la vida que es ayudar,” expresó Guadalupe Francisco Villegas conocido como “Frank” por amigos y compañeros de trabajo.
Frank lleva un año trabajando en el taller de bicicletas de St. Vincent de Paul.
Su pasión por reparar bicicletas y su dedicación por ayudar a las personas ha brindado una segunda oportunidad a muchas familias de bajos ingresos.
“A estas bicicletas les damos vida, un propósito y luego se las damos a la gente. Las usan para ir a la tienda, a la escuela, a las citas con el médico, a buscar trabajo y una vez que encuentran trabajo pasan de la bicicleta a un auto y así es cómo les ayudamos,” afirmó Frank.
Frank conoce la importancia de tener acceso a segundas oportunidades. En algún momento necesitó ayuda y encontró esperanza en St. Vincent de Paul. Frank tenía 20 años cuando emigró de Caborca, Sonora, México a Phoenix, Arizona. Dice que enfrentó muchos desafíos en el camino, no hablaba inglés y estaba cerca de caer en la indigencia.
“Si trabajas duro, puedes hacerlo. Es posible."
Reparar bicicletas no es solo un trabajo para Frank, es una forma de retribuir a una organización que alguna vez lo ayudó y a una comunidad que siempre lo ha apoyado. Dice que espera poder ser un ejemplo para sus hijos y nietos y también una motivación para otros inmigrantes.
"Es increíble lo que puedes hacer cuando tienes dos ruedas para moverte en lugar de caminar".
El taller de bicicletas de Frank siempre está buscando voluntarios. Si desea ser voluntario o donar una bicicleta, visite: https://www.stvincentdepaul.net o abc15.com/bike