PHOENIX — La decisión de la administración de Biden de parar redadas de inmigración en sitios de trabajo hizo titulares este mes. Políticos se derrumbaron siguiendo las líneas partidistas esperadas. Pero la reacción a la noticia ha dividido algunos de los que son inmigrantes.
"El punto aquí es,¿realmente van a hacer esto? Si me preguntas a mí, no lo creo", dijo Celia Álvarez.
Álvarez es una madre de Phoenix quien fue arrestada durante una redada de inmigración hace 12 años. Ella, junto a 150 otras personas, fueron arrestadas por trabajar sin documentos en una compañía de jardinería en Phoenix.
"Desafortunadamente, la mayoría fueron deportados", dijo Álvarez.
Álvarez dice que estuvo presa durante meses dejando atrás a sus cuarto hijos, que son ciudadanos americanos.
"Nunca voy a olvidar el tiempo que me separaron de mis hijos, nunca recuperaré eso", dijo Álvarez.
Ella dice que su hija, de entonces 10 años tuvo que tomar el papel de madre y cuido de sus hermanos.
"Ella se tuvo que poner mis zapatos porque su madre estaba presa por trabajar, por querer darles una vida mejor a mis hijos", dijo Álvarez.
Álvarez dice que no confía que Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. siga las nuevas reglas. Ella espera que haya supervisión independiente para asegurar que ICE cumpla y ponga fin a las redadas en sitios de trabajo.
Ella dice que entiende que habrá gente que estén en contra de la nueva regla.
"Yo entiendo y yo respeto que este sea su país pero es trabajo. Es trabajo que los que nos odian no quien hacer", dijo Álvarez.
Una reacción divida entre algunos inmigrantes
"Que negocio tenemos animando a más trabajadores indocumentados cuando ya tenemos una alta tasa de desempleo", dijo Jose Borrajero.
Borrajero es un inmigrante cubano, él dice que la administración de Biden está equivocada.
"Más trabajadores compitiendo para la misma cantidad baja de empleos significa que habrá más estadounidenses que serán desplazados, así que eso no tiene sentido", dijo Borrajero.
La administración de Biden anuncio que estarán concentrándose en ir tras empleadores que contratan a trabajadores indocumentados.
"Estoy totalmente a favor de cumplir el hecho que el empleador tiene que verificar, asegurarse que el empleado es legal, ya sea residente o ciudadano, pero eso no excluye que también tenemos que disuadir que un individuo venga", dijo Borrajero.
Álvarez dice que los empleadores de la redada del 2009 donde fue arrestada nunca enfrentaron ninguna consecuencia.
Ella ahora tiene un permiso para trabajar. Su hija mayor, la hija de 10 años quien tuvo que cuidar de sus hermanos mientas ella estaba presa, se unió al Ejército de los Estados Unidos a los 17 años.
"Ella dijo que no quiere que mami y papi tengan este problema ya, quiere a su familia unida, se sacrificó por mama y papa", dijo Álvarez.
Álvarez dice que está resentida con el gobierno por causarle tanto dolor a su familia, pero al mismo tiempo aprendió el valor del perdón a través de su hija.
"Ella está luchando por este país, arriesgando su vida por gente que no quieren a su mamá y papa en este país", dijo.